ORIGEN DE LA VIOLENCIA

 

 

Posiblemente, en el problema de la violencia masculina existen muchos factores distintos y cada uno de ellos tiene su importancia, aunque resulta difícil calcular cuánta importancia tiene cada uno.

La base biológica en la agresividad del hombre:

En los experimentos que se han hecho con animales, se ha comprobado que efectivamente un mayor nivel de testosterona en sangre produce mayor agresividad en los machos. Lo que pasa es que parece que ese no es el factor fundamental que determina la violencia pero alguna influencia sí que tiene. Somos seres fundamentalmente sociales y es la cultura la que determina nuestros impulsos y nuestras conductas.

Educación: la relación que el niño ve en su casa entre su padre y su madre.

Se ha dicho y se ha hablado mucho sobre si los hombres que maltratan a su vez han sido maltratados de pequeños, pero se calcula que aproximadamente solo el 20% de los hombres maltratadores fueron maltratados de pequeños. Otra cosa es que hayan vivido una relación entre sus padres de desigualdad. Se entiende por desigualdad cuando la madre ha sido una figura sumisa, complaciente, muy volcada en la familia, que prácticamente no tenía derechos y cuyas necesidades nunca eran satisfechas porque ella lo que hacía era volcarse y sacrificarse por la familia. Tanto por su marido como por sus hijos. Y el padre una figura de autoridad, que es quien toma las decisiones importantes y que es el cabeza de familia claramente definido. Este tipo de relación en muchos casos es trasladado a la relación de pareja por parte de los hombres que han vivido esta relación. Es decir, esperan que sus parejas sean un poco como fueron sus madres. Alguien complaciente, alguien que no les lleve la contraria, alguien que de alguna forma les ensalce de una forma continua, y cuando esto no se produce y cuando comprueban que sus parejas tienen sus opiniones y pueden llevarles la contraria y que pueden decir: mira, hasta aquí o con esto no estoy de acuerdo, surge el conflicto y surge la agresividad.

Además se da la circunstancia de que en estas relaciones familiares los chavales suelen ser personas con una baja tolerancia a la frustración, se les ha permitido mucho y normalmente han conseguido lo que querían, con lo cual no han aprendido a tolerar el NO como respuesta o simplemente no conseguir lo que se proponen.

Josep Vicent Marqués, un sociólogo que tiene un tratado muy interesante sobre el machismo y la condición masculina, dice que a todos los hombres de alguna forma se nos inculca de pequeñitos la idea fundamental de que ser hombre es importante y de que por el mero hecho de haber nacido varones ya tenemos cierta importancia respecto a la mujer. Esa es un poco nuestra  referencia. Sin esa referencia nuestra identidad masculina queda en entredicho. Él dice que, creo que con mucho acierto, que los hombres violentos son un poco varones en precario. No han conseguido ese grado de autoestima, esa sensación de que son personas que tienen un valor por alguna razón u otra y lo que hacen es al menos dentro del ámbito del hogar defender un privilegio: «Yo, por lo menos aquí, soy el cabeza de familia, el que mando o soy el que traigo el dinero a casa, o soy el que gano más, pero siempre en comparación con mi pareja, que es la que tiene que obedecerme, que es la que gana menos, es la que depende de mí». Cuando eso no se da, cuando resulta que mi pareja tiene tanto poder como yo, a lo mejor gana más que yo, es más inteligente… muchos hombres entran en crisis, y en algunos hombres la violencia que ejercen es una medida desesperada de lograr un control que no tienen o que han perdido.

La influencia de  en los medios de comunicación:

Vemos en los medios de comunicación constantemente un modelo de hombre. La mayoría de los hombres maltratadores tiene una concepción muy machista de lo que es la relación hombre-mujer. Han internalizado un modelo de hombre ideal que tiene unas características fundamentales, como son la fortaleza, como es la autonomía, la consecución de logros, y todas estas características se ven como superiores y opuestas a las características por así decirlo femeninas, que serían la sumisión, la necesidad de protección, y estos hombres han internalizado ese modelo ideal de hombre como modelo a seguir.

El modelo de hombre que se nos presenta, lo que los adolescentes ven  constantemente en los medios de comunicación ,en las películas de violencia, de acción, en el 99% de los casos es el hombre el que toma las decisiones, el que salva a la chica y es la mujer la que siempre está supeditada, la que comete los errores, la que es torpe, la que no puede correr. Parece un poco banal pero todos estos mensajes muchos chavales los van internalizando. Si vemos, por ejemplo, esto que se está produciendo actualmente, este auge de las pandillas, de las señas de identidad entre los chicos, la fundamental es la fortaleza, la insensibilidad ante el dolor, en contraposición con lo que son las características femeninas, y esto parece que vuelve otra vez. Es verdad que se habla mucho del hombre metrosexual, sensible, tierno, que considera a la mujer como igual, pero también es verdad que existe, sobre todo en las áreas marginales, en niveles quizá socioculturales bajos, el auge de ese otro hombre duro, insensible, que no le tiene miedo a nada, que controla la situación en todo momento….

Las características individuales:

En algunos casos es verdad que los hombres violentos tienen un trastorno de control de los impulsos. Son personas impulsivas, que manejan muy mal los conflictos y que en cuanto las cosas se tuercen recurren a la violencia sin pararse a pensar.

Relación emotiva con su pareja:

Muchos hombres tienen como único referente afectivo en su vida a sus parejas, entonces la idea de perder a sus parejas les resulta devastadora y probablemente esa dependencia emocional, producto de una incapacidad de expresar emociones, incapacidad para desarrollar relaciones íntimas con otros, las relaciones de amistad suelen ser de chiquiteo, de hablar de tonterías, de fútbol, pero no tienen amistades profundas, sus inquietudes no las pueden expresar. Todo es un mundo de miedos, de debilidades, todo está ahí reprimido, por así decirlo, y con la única persona con la que se sienten más seguros es su pareja. Entonces la idea de que su pareja pueda dejarles no la pueden tolerar.

*El texto de esta  página web se centra en el contenido de la conferencia (Perfil psicológico e intervención de los hombres maltratadores) que ofreció Javier Madina el 25 de noviembre de 2005  en Donostia (San Sebastián).