ANSIEDAD

 

La ansiedad y la preocupación son una parte normal de nuestra vida. Todas las personas tienen preocupaciones; las hay que más, las hay que menos. La ansiedad es una emoción que está presente en todas las personas y gracias a ella podemos estar más activos o preparados ante cualquier posible amenaza.

Pero un nivel excesivo de ansiedad es contraproducente. Un estado de ansiedad constante puede hacer vivir a la persona en una situación anímica que le comporta un serio deterioro de la calidad de vida e incluso puede provocar síntomas físicos; además de psicológicos.

Una persona puede padecer ansiedad frente algunas situaciones o contextos específicos, o puede padecer un nivel de ansiedad excesiva frente a una gran parte de las situaciones cotidianas; como un estado anímico casi permanente.

 

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Cada persona es distinta y cada una vive la ansiedad de diferente manera. Pero de forma general, se puede decir que existen algunos patrones que pueden caracterizar a las personas que viven con un nivel de ansiedad excesiva:

• La persona que tiene un nivel de ansiedad elevado acostumbra a tener consciencia de ello, es decir, es consciente de que está más “tensa” de lo que debería.

• La reacción de la persona con síntomas de ansiedad acostumbra a ser excesiva. Un alto nivel de ansiedad puede provocar respuestas exageradas.

• Las reacciones de las personas ansiosas suelen ser rápidas y enérgicas. Pueden ser involuntarias y difíciles de controlar.

• La persona puede pasar por periodos de debilidad física, debido al agotamiento que produce estar constantemente en un nivel de activación alto.