EL CAMBIO DE LAS PERSONAS
¿Las personas cambian realmente?
Generalmente, a las personas no les es difícil reconocer que han cambiado respecto del pasado, pero en cambio, les cuesta imaginar que también cambiarán en el futuro.
A los jóvenes de 18 años les acostumbran a gustar las calaveras y los tatuajes, pero a los 28 años muchos de ellos se arrepienten. Hay quien encuentra el amor de su vida a los 25, pero esta idea queda definitivamente aniquilada cuando se divorcia a los 35. Incluso a los 68, la gente piensa, “Uf, ya no soy la persona que era a los 58 años, pero estoy seguro que voy a ser de esta manera a los 78″.
Es muy curioso que, a pesar de que la mayoría de las personas reconocen que sus vidas han cambiado en la última década, no creen que el cambio sea constante. Contra toda evidencia, la mayoría de la gente parece creer que lo que son ahora es más o menos lo que va a ser para siempre.
Por ejemplo, encuestados de un promedio de 33 años de edad indican que esperan un cambio en su vida pequeño durante la próxima década. En cambio, encuestados de 43 años de edad, explican que su vida ha cambiado mucho durante los últimos diez años.
Aunque la personalidad y los valores tienden a ser más estables con la edad, las personas generalmente subestiman el alcance de los futuros cambios de su personalidad.
Los psicólogos de Psicólogo Barcelona observamos en un estudio realizado por QUOIDBACH, que los voluntarios encuestados responden variadas preguntas acerca de su música favorita, comida, aficiones, así como sobre las decisiones relativas a los amigos y las vacaciones. En este estudio se llegó a un par de conclusiones:
1. Cuanto más mayor se hacen las personas, menos se creen que van a cambiar. Les resulta difícil imaginar que sus creencias y valores podrían cambiar significativamente en el futuro.
2. La gente tiene tendencia a reconocer que su personalidad y preferencias han cambiado en el pasado.
Cómo conclusión se podría afirmar que la mayoría de personas son conscientes de que han cambiado, pero les es difícil o incomodo imaginar cómo van a cambiar en el futuro.
