RELACIÓN MALTRATADOR-MALTRATADA

 

Existen en algunos casos de violencia sexista unos vínculos entre los hombres violentos y las mujeres maltratadas que hacen que esa relación perdure en el tiempo y existe una especie de complementariedad entre los rasgos de ciertas mujeres y los rasgos de ciertos hombres.

Ellas:

Aprenden con rapidez, tienen capacidad para expresar emociones, confían en un cambio cuando ellos les prometen cambiar y tienden a culparse por la violencia, aparte de ser muy tolerantes a la frustración, es decir, aguantan lo indecible.

De alguna forma colman su ideal de mujer “de ser para los demás”. Mi marido es como otro hijo al que tengo que cuidar y disculpan constantemente. En su discurso está: él en el fondo es buena persona, se le va la mano pero en realidad no… etc. Siempre hay alguna disculpa, hay una justificación, mientras que ellos nunca asumen la responsabilidad; es que ella me pone nervioso, me van mal las cosas… Se crea entre ellos un vínculo que es difícil de separar y que puede explicar parcialmente porqué algunas mujeres aunque puedan tener medios económicos para dejar una relación, emocionalmente siguen enganchadas a esa relación.

Ellos:

Justamente tienen características opuestas a las de sus parejas. Es decir,  no aprenden con la experiencia, son inexpresivos emocionalmente, son desconfiados y no asumen su responsabilidad, con lo cual se crea ahí una complementariedad; ellas viven por ellos, es decir toleran todas las circunstancias, viven para y por ellos.

*Este texto se centra en el contenido de la conferencia (Perfil psicológico e intervención de los hombres maltratadores) que ofreció Javier Madina el 25 de noviembre de 2005  en Donostia (San Sebastián).