TIPOS DE MALTRATADORES

 

Podemos diferenciar, por la forma de expresión de la agresividad dos tipos de hombre, el hombre duro y el hombre inmaduro, aunque con reservas, porque estas manifestaciones de violencia se solapan en unos y otros, y hay personas que desarrollan los dos tipos de violencia. Se pueden clasificar muchos más maltratadores como hombres inmaduros que como hombres duros.

  • El hombre duro: sería la persona que ha internalizado unos valores como son la fortaleza, la inexpresividad emocional, el autocontrol en el sentido emocional y que de alguna forma defiende esa actitud ante su vida en contraposición a los valores femeninos que se ven como muy negativos.

    Podríamos decir, aunque no siempre sea cierto, que en general, el hombre duro tiene una forma de manifestar la violencia que podríamos definir como violencia expresiva. Esta violencia tiene unas características que son el desahogo descontrolado de tensión y ese desahogo de alguna forma refuerza la conducta, es decir es la persona que se va poniendo más tenso, más tenso, y al final suelta la mano, suelta un puñetazo, pega un empujón y eso le supone un alivio de tensión y además supone un rápido final a una situación que se está descontrolando. Cuando digo que puede ser unilateral o mutua, lo que quiero decir es que los casos en los que hay violencia por parte de ambas partes, los hombres suelen ser de este tipo. Los hombres que se descontrolan en un momento dado. Es una violencia más predecible. La mujer la ve llegar, va viendo que la discusión va a más y que él cada vez se está poniendo más enfadado y las consecuencias físicas son impredecibles, porque cuando el hombre descarga la violencia no sabe hasta dónde puede llegar.

De hecho son personas muy homófobas. Todo lo que tenga que ver con lo femenino les produce aversión. Son personas que manejan las situaciones de conflicto de forma agresiva, tanto dentro del hogar como fuera del hogar. Esas son personas que son agresivas con sus mujeres, pero que también lo son con sus hijos, lo pueden ser en un bar con alguien que se cruce con ellos. Es el típico pendenciero que se pega con todo el mundo y también pega a su mujer. Tiene una visión de la vida como la del depredador, tiene que estar siempre con el hacha esperando a ver con quién tiene que pegarse.

  • El hombre inmaduro: muchos hombres violentos son agresivos dentro de casa pero fuera de ella son personas más bien apocadas.  Ellos saben a quién pueden pegar y a quién no y contra quién pueden descargar su agresividad. Este tipo de persona  es el que más va a terapia y el que más nos viene a todos a la cabeza, que es el hombre que fuera de casa es un buen ciudadano, en el trabajo tiene compañeros, tiene amigos, no tiene ningún problema, no se le ocurriría nunca gritarle o pegarle a su jefe por mucho que éste le esté haciendo al vida imposible, pero luego en casa desahoga todas sus frustraciones con su pareja. Sería el hombre que ha vivido una infancia, una adolescencia con un modelo de madre sumisa y él de alguna forma ha sido siempre el rey de la casa, siempre ha hecho lo que ha querido, pero en el fondo es una persona muy insegura, muy inmadura, muy frágil y de alguna forma compensa esa fragilidad, esa debilidad dentro del seguro ambiente familiar donde él sí puede desahogar todas sus frustraciones y su agresividad impunemente.

Este tipo de violencia se utiliza para obtener un objetivo; el control o sometimiento y anulación de la víctima. Para mí es una violencia más grave, es una violencia más premeditada, más calculada; es unilateral en el sentido de que siempre está muy claro el rol de agresor y de víctima. El hombre la utiliza para conseguir tenerla bajo control. El hombre utiliza la violencia para conseguir tenerla bajo control y tener amedrentada a su pareja y puede utilizarla con una justificación o lo que él considera que es una provocación o puede utilizarla de forma aleatoria porque se le ha cruzado el cable en un momento dado, sin que aparentemente haya ocurrido nada. Las consecuencias físicas son graves porque, y yo aquí metería las palizas graves y los intentos de asesinato, y los asesinatos. En la mayoría de los homicidios existe una premeditación, es decir, existe un plan de cómo la voy a matar, y bueno, las consecuencias psicológicas son muy graves porque realmente aquí sí que hay por parte del hombre una intención de someter.

Así como en la violencia expresiva (la del hombre duro) el hombre puede desahogarse pero quizá lo único que le interesa es que esa discusión o esa bronca que está teniendo en ese momento, o eso que no le gusta, pare inmediatamente, y es una carga de tensión en el caso de la violencia que denominaríamos instrumental (la del hombre inmaduro), claramente hay una intención de anulación de la persona, de acabar con ella, a través de machacarla psicológicamente y de amenazarle e incluso de agredirla físicamente.

*El texto de esta  página web se centra en el contenido de la conferencia (Perfil psicológico e intervención de los hombres maltratadores) que ofreció Javier Madina el 25 de noviembre de 2005  en Donostia (San Sebastián).