¿QUÉ ES EL PODER?

 

Hay dos maneras de abordar el concepto de poder:

Contemplando el poder como algo externo e independiente a la persona (visión sustantiva).
 Contemplando el poder como una relación social (visión estratégica).

 

psicologico Visión sustantiva del poder (algo externo e independiente a la persona): 

Desde esta perspectiva, se concibe el poder como algo externo e independiente a la persona.

Estas son las definiciones de “poder” que algunos autores hacen des de esta perspectiva: 

poder1– Weber: “Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad”.

– Blau: “Poder es la capacidad de personas o grupos para imponer su voluntad a otros, a pesar de la resistencia, mediante disuasión bien en la forma de otorgar recompensas bien castigando”.

– Robbins: “Poder es la capacidad que tiene A de influir en el comportamiento de B, de modo que B actúe de acuerdo con los deseos de A”.

 

Desde esta perspectiva sustantiva de poder, se podría obtener una visión de los motivos que ocasionaron el holocausto relativamente tranquilizadora, justificando los hechos desde un centro de poder impuesto sobre la población mediante organismos represores (GESTAPO, SS, etc…), provocando así la obediencia, colaboración o inhibición de la población alemana a través de la coacción y el miedo.

 

psicologico Visión estratégica del poder (como relación social):

Desde esta perspectiva, el poder se concibe con las siguientes características: 

poder2 Entre A y B debe existir algún tipo de interdependencia, vínculo, conexión o interacción reales. 

 Es una relación probabilística: el ejercicio del poder por A siempre supone un cierto margen de maniobra de reacción por parte de B. Esa mayor o menor probabilidad de que éste actúe según las demandas de A depende no sólo de los atributos de este último, sino también de la situación  en que se desarrolla esa relación de poder. Por ejemplo, la probabilidad de que B haga lo que A le ordene es, obviamente, mayor en un campo de concentración que si A y B interaccionan como vendedor-cliente o profesor-alumno.

 La dependencia: B depende de A respecto a algo. Y tanto más poder tendrá A cuanto mayor  dependencia tenga B respecto a él. 

 Relación asimétrica: entre A y B hay una relativa desigualdad, de algún tipo. 

 Relación condicionada por la situación. Ése es el caso, precisamente, de las explicaciones sobre la naturaleza del nazismo basadas en los experimentos de Milgram (ver: ¿QUIÉN PUEDE TORTURAR?/ ¿Quién puede torturar?), como veremos en el último módulo. El hecho de que la relación de poder esté afectada, constitutivamente, por la situación nos hace ver también cuáles son los niveles de la conducta de B controlados por A: pensamientos, sentimientos, o acciones, o los tres a la vez, como pretenden los gurús de ciertas sectas. Asimismo, el factor situacional señala la duración temporal que puede tener el ejercicio del poder de A sobre B. 

 Relación causal. B no actuaría como lo hace si antes A no hubiera intervenido.

 

Si la población alemana hubiese conocido los planes nazis antes de las primeras elecciones que llevaron a Hitler al poder, seguramente no le hubiesen votado. Pero como no fue así, Hitler obtuvo un 52% de los votos en las elecciones de 1933.

En esta situación, en la que debemos tener presente el contexto de inestabilidad i profunda crisis por la que pasaba Alemania, surge como herencia de la tradición antisemita, la idea de la identidad biológica y la regeneración de la raza como solución a los problemas. Así, entre la población se inician procesos de categorización social, prejuicio, influencia, obediencia, conformidad y normalización. Des de la visión estratégica del poder, que concibe el poder como resultado de una relación social, cada denuncia, cada vez un alemán giraba la cara para no mirar, cada vez que omitía su ayuda, legitimaba al estado alemán y le daba poder.

Tanto en Alemania como en Polonia, la mayoría étnica cristiana no manifestó disconformidad ante los ghettos i los trenes de deportaban personas. El régimen creció sin la necesidad de que la Gestopo o la SS estuviesen presentes físicamente. El nazismo funciono con la colaboración de todos los implicados en el territorio.

 

psicologico Las bases del poder: 

En una serie de artículos, French y Raven (1971) propusieron su abundantemente citado modelo según el cual existen hasta cinco fundamentales bases del poder:

 Poder coercitivo. A posee la capacidad de utilizar la amenaza y el castigo frente a B

 Poder de recompensa. En este caso, A tiene los recursos para premiar la conducta de B.

 Poder legítimo. El poder deriva ahora de la posición de A en la estructura formal de autoridad, de modo que B cree que A está legitimado para ejercer el poder.

 Poder referente. Esta base radica en los sentimientos de lealtad, admiración y afecto que B tiene hacia A.

 Poder del experto. Son los conocimientos o habilidades de A en algún campo lo que le autoriza para ejercer el poder sobre B.

 Poder de información. Raven (1965) añadió esta sexta base, según la cual A controla el acceso y distribución de información relevante para B.

 

Parece que el poder del experto y el legítimo son los más destacados, seguidos del referente, la recompensa y, comprensiblemente, el coercitivo, que ocupa el último lugar. Todo ello, naturalmente, dependiente del propio contexto situacional donde acontece el ejercicio del poder, pues no cabe esperar, por ejemplo, demasiadas muestras de poder de recompensa o referente en un campo de exterminio nazi.

 

psicologico ¿Por qué se origina el poder político?:

Autores como Hobbes consideran que la sociedad construye el sistema político y lo dota de poder por tres motivos principales:

 Para contrarrestar el miedo de la sociedad a la violencia y el conflicto.

 Por razones de supervivencia, los hombres llegan a acordar que cada uno renunciará a ejercer su propia fuerza –su derecho– en aras de la paz y la cooperación sociales.

 El Estado se constituye  a si mismo y se legitima en su exclusivo monopolio de la violencia, ya que ahora nadie puede disputarle su situación en lo más alto de la pirámide del poder y la autoridad.

 

 

*Bibliografía: Ibáñez, Tomás (2003) (Coord.) Introducció a la psicologia social. Barcelona: Editorial UOC.