EL INDIVIDUO EN UNA INSTITUCIÓN SOCIAL

 

Cuando se estudia este experimento se debe tener presente que este se desarrolla en una “institución total”.

El concepto de institución total hace referencia a los espacios que, en nuestra sociedad, unifican la residencia, el trabajo, y a veces también el ocio, en un sola institución, generan una sola rutina y se encuentran en un aislamiento relativo del resto de la sociedad. Son instituciones totales las prisiones, claro está, pero también los manicomios, las residencias para la tercera edad, los cuarteles, los conventos o, incluso, las casas señoriales desde el punto de vista del servicio.

Las instituciones totales son un ejemplo muy interesante para entender qué significa ser un “yo” en nuestra sociedad y el papel que tienen los roles en su definición. Según Goffman, se caracterizan por lo siguiente:” todos los aspectos de la vida tienen lugar en un mismo sitio y bajo una misma autoridad, todo se hace en compañía de un gran número de personas que hacen lo mismo y reciben el mismo trato, todo está programado, la secuencia de actividades se impone desde arriba mediante normas explícitas y un grupo de vigilantes y, finalmente, las actividades se integran en un solo plan racional dirigido a la consecución de los objetivos de la institución” (Goffman, 1961, pág. 20).

standord-barcelona-psicologiaHasta hace poco, en manicomios y prisiones, las personas no tenían derecho a tener pertenencias personales, las cuales son básicas para definir un “yo” en un mundo de propiedades privadas (en el experimento llevaban uniforme). Igualmente es importante  la gestión del aspecto personal en la definición que la persona hace de sí misma. Paralelamente, los trabajadores de este tipo de instituciones se mueven entre dos tensiones contradictorias: una exigencia social de sentir compasión por los internos y, al mismo tiempo, una inexorable necesidad de cumplir con los objetivos de la burocracia institucional, importante para conseguir cosas tan complicadas como mantener la limpieza de los locales, la higiene de los internos o darles de comer.

Otra tarea que deben realizar los trabajadores de prisiones y manicomios es desmontar las versiones que tienen los internos sobre sí mismos. La historia oficial de la institución sobre uno mismo contrarresta estas narraciones. No obstante, mientras la historia del interno busca mantener la misma humanidad de la persona y ofrecer razones aceptables del porqué se encuentra allí, la de la institución busca proteger su misma lógica de existencia y sus objetivos como institución. La institución debe garantizar que el interno asimilará su versión para legitimar que sabe lo que hace y que hace lo mejor para la persona implicada. Al mismo tiempo, cualquier forma de resistencia se califica como una demostración de la necesidad del interno de estar dentro de la institución.

Es relativamente sencillo extrapolar lo que sucede en una institución total a la vida cotidiana de las personas que no forman parte de ella. La institución total es un ejemplo que se puede extender a otros ámbitos, como por ejemplo el laboral, si tenemos en cuenta el número de horas que están involucradas en el mismo las personas, y la importancia que tiene el trabajo para la definición de uno mismo.

 

 

*Bibliografía: Ibáñez, Tomás (2003) (Coord.) Introducció a la psicologia social. Barcelona: Editorial UOC.