TORTURAS A PRISIONEROS IRAQUÍES

 

 

21 de mayo de 2004

tortura1-psicologos-barcelona

 El diario norteamericano ‘The Washington Post’ ha publicado nuevas fotografías de las torturas en la cárcel de Abu Ghraib. / AFP

tortura2-psicologos-barcelona

 Un marine amenaza con su perro a un iraquí detenido. / AFP

 tortura3-psicologos-barcelona

 Un soldado de EE UU golpea a presos iraquíes que han sido atados. / AFP

tortura4-psicologos-barcelona  Un marine ‘vigila’ orgulloso a un detenido desnudo mientras se fotografía junto a él. / AFP

 tortura5-psicologos-barcelona

 Sabrina Harman sonríe junto al cadaver de un iraquí en la prisión de Abu Ghraib. Es la última imagen del escándalo tras la publicación de las fotos de los abusos. / Ap

tortura6-psicologos-barcelona  Un marine de EE UU se sienta sobre un detenido en la prisión de Abu Ghraib de Bagdad. / Ap

 tortura7-psicologos-barcelona

 Soldados de EE UU sin identificar amenazan con sus perros a un iraquí indefenso y desnudo. / Ap

Artículo de Sangrefria.com.es:

Citando a la agencia Reuters, los detenidos eran obligados a permanecer en posiciones inusuales y dolorosas, y se les privaba del sueño con un bombardeo de luces durante 24 horas, en técnicas conocidas como “tensión y coacción”. Quienes cooperaban eran recompensados con algo de comodidad, así como con fingida amistad, respeto, sensibilidad hacia su cultura, y en algunos casos, dinero de los interrogadores. ¿Ellos actuaban en nombre de la libertad? ¿Ellos, que liberaban al pueblo Iraquí de ese terrible Sadam, con sus armas de destrucción masiva? ¿Tanto respeto mostraban al pueblo Iraquí, y así trataba a los presos, con maltrato? ¿En nombre de quién?.

 

Por otra parte, los que no cooperaban eran entregados a servicios de inteligencia extranjeros cuyo uso de la tortura ha sido documentado por el gobierno estadounidense y organizaciones de derechos humanos.

El gobierno de EEUU denuncia públicamente el uso de la tortura. Pero cada uno de los funcionarios de seguridad nacional entrevistados para el artículo defendió el uso de la violencia contra los detenidos, considerándola justa y necesaria. “Ellos expresaron confianza en que el público estadounidense respaldaría sus opiniones”, añadió el periódico. La CIA no tuvo ningún comentario que hacer sobre el artículo.

 

El área de interrogatorios de Bagram, de acceso muy limitado, fue descrita por el Washington Post como uno de los numerosos centros secretos de detención en el extranjero donde no aplica el proceso adecuado, establecido por las autoridades estadounidenses; donde la CIA toma o maneja los interrogatorios de presuntos terroristas.

 

Según el periódico, otro centro de detención de ese tipo es una isla de gobierno británico en el océano Indico. Y según las autoridades estadounidenses, cerca de 3.000 presuntos miembros de Al Qaeda y sus partidarios han sido detenidos en todo el mundo desde los atentados del el 11 de septiembre del 2001. Cerca de 625 se encuentran en la base militar estadounidense en Bahía de Guantánamo, Cuba.

 

Algunos funcionarios dijeron creer que menos de 100 detenidos han sido entregados a terceros países. Miles han sido arrestados y se encuentran, con ayuda estadounidense, en países conocidos por su tratamiento brutal de los prisioneros.

 

En las últimas fechas hemos leído que el Gobierno de Estados Unidos elabora planes a largo plazo para la detención indefinida y no sometida a la justicia de presuntos terroristas. Citando fuentes oficiales sin identificar, el Washington Post ha afirmado que el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) han pedido a la Casa Blanca que elabore una solución “permanente” que incluya posibles detenciones de por vida para centenares de presos que se encuentran en Guantánamo y en otros campos construidos por EEUU en países como Iraq o Afganistán.

 

Asi mismo, asistimos atónitos a noticias en los periodicos como la de que un prisionero británico fue torturado en la base de Guantánamo por recitar versículos del Corán cuando estaba prohibido hablar. Moazzam Begg declaró a sus abogados que le torturaron empleando el “strappado”, un método de tortura muy utilizado en las dictaduras latinoamericanas consistente en colgar de una barra al prisionero esposado hasta que se corte las muñecas, según el periódico.

 

Según el periódico, el británico afirma que lo afeitaron varias veces contra su voluntad y que uno de los guardias le espetó en una ocasión: “¿Es eso lo que os convierte en verdaderos musulmanes, no?”.